China ha dado luz verde a dos variedades de trigo y maíz editadas genéticamente, marcando un hito en su búsqueda por aumentar la producción y garantizar la seguridad alimentaria. El Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales anunció la aprobación de un certificado de bioseguridad válido por cinco años para estas variedades en un comunicado emitido la semana pasada. Este paso es parte de un proceso más amplio antes de que las semillas editadas puedan ser plantadas.

Las variedades editadas genéticamente aprobadas tienen como objetivo mejorar los rendimientos del maíz y aumentar la resistencia del trigo a las enfermedades. Este movimiento representa un cambio significativo para China, que tradicionalmente ha sido cautelosa en la adopción de nuevas tecnologías de semillas. Sin embargo, la reciente aprobación refleja un cambio hacia políticas más abiertas para impulsar la producción agrícola interna.

El presidente de Origin Agritech, una empresa de biotecnología agrícola especializada en mejoramiento genético de semillas, destacó la importancia de esta aprobación. Se espera que los rendimientos del maíz editado genéticamente aumenten hasta un 50%, lo que podría tener un impacto significativo en la producción agrícola de China. Esto es especialmente relevante dado que el país es el mayor mercado de cereales del mundo y ha aumentado sus importaciones de maíz y trigo en los últimos años.

Además de la aprobación del trigo editado genéticamente, China también ha tomado medidas para plantar comercialmente maíz y soja genéticamente modificada. Esta aprobación se suma a un panorama cambiante en el enfoque de China hacia la seguridad alimentaria y la adopción de tecnologías agrícolas avanzadas.

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