Gabriel Amaro, líder de la Asociación de Gremios Productores Agrarios (AGAP), enfatizó que entre agosto de 2023 y febrero de 2024, se registró una pérdida mensual de 99 mil puestos de trabajo formales en agricultura, agroexportación y agroindustria, exacerbando la informalidad en el ámbito agrario hasta en un 90%.
Según Amaro, la ausencia de un marco regulatorio favorable para el sector agrario ha desencadenado esta crisis laboral. La derogación de la Ley de Promoción Agraria, sin considerar las necesidades del sector, ha dejado cifras preocupantes en términos de empleo y formalidad.
El presidente de AGAP subrayó que la informalidad ha aumentado drásticamente, pasando del 19% en 2019 al 10% en la actualidad, especialmente afectando a los productores rurales. La Ley de Promoción Agraria, diseñada para beneficiar a toda la agricultura, desde la pequeña hasta la grande, ha sido desarticulada, generando un vacío normativo perjudicial.
En este contexto, Amaro señaló que las rigurosas condiciones para la formalización laboral en el país han contribuido al crecimiento de la informalidad. Propuso la necesidad de una mayor flexibilidad en las normativas laborales, reconociendo la naturaleza temporal y cíclica del sector agrícola, para abordar adecuadamente las necesidades de los trabajadores y empleadores del sector.