Las fuertes lluvias que han azotado la región central de Chile desde el martes han causado estragos, especialmente en la capital, Santiago, donde se han registrado desalojos, cortes de electricidad y problemas de tráfico. Decenas de miles de personas se han visto afectadas por las inundaciones, y las clases en escuelas y universidades han sido suspendidas.
La situación más crítica se ha observado en la ribera del río Curalinaue, en la región de Biobio, donde más de 5.000 personas han tenido que abandonar sus hogares debido al desbordamiento del río. Algunos residentes han culpado al sistema económico extractivista y la falta de planificación urbana por la magnitud de la tragedia.
En otras regiones, como el Maule, un hombre perdió la vida después de que un poste de electricidad cayera sobre él debido a los fuertes vientos. En Santiago, calles principales se han convertido en ríos, y áreas residenciales han quedado inundadas, dejando a muchas personas sin hogar en condiciones precarias.
El presidente Gabriel Boric, desde Alemania, ha instado a la población a seguir las recomendaciones de los servicios de emergencia y a respetar el estado de alerta climática. Se prevé que las lluvias continúen hasta el sábado, con pronósticos que indican precipitaciones intensas, especialmente en la capital.