El Papa Francisco recibió este sábado a un grupo de líderes empresariales y bancarios, a quienes les pidió que pusieran más atención en el cuidado del medio ambiente, mostraran mayor solidaridad con los más necesitados y ofrecieran oportunidades a los jóvenes, incluso si carecen de experiencia.
Tras una agotadora jornada en la cumbre del G7 en Apulia, al sur de Italia, Francisco retomó su agenda recordando a los empresarios y banqueros que sus roles son cada vez más cruciales no solo en la economía, sino también en los aspectos sociales y políticos. Les instó a poner el medio ambiente y la tierra en el centro de sus responsabilidades, destacando que no basta con cumplir las leyes estatales, que a menudo avanzan lentamente, sino que es necesario innovar con opciones audaces y con visión de futuro.
El pontífice también subrayó la importancia de proteger a los más pobres y evitar desechar a las personas, especialmente a los trabajadores más vulnerables, quienes a menudo son víctimas de la cultura del descarte. Enfatizó que no basta con un poco de filantropía y que el verdadero desafío es integrar a los pobres en las empresas, convirtiéndolos en recursos valiosos para el beneficio común.
Finalmente, el Papa animó a las empresas a acoger a los jóvenes, incluso si no tienen la experiencia o las habilidades necesarias, ya que se aprende trabajando. Instó a ser generosos con los jóvenes y ofrecerles una visión de futuro para no perder la esperanza de toda una generación. Aseguró que tomar decisiones valientes en beneficio del medio ambiente, de los pobres y de los jóvenes será la inversión más fructífera, incluso desde una perspectiva económica.