Francia comenzó su participación en la Eurocopa con un ajustado triunfo de 1-0 sobre Austria en Dusseldorf, un partido marcado por la salida temprana de Kylian Mbappé debido a un golpe en la nariz, tras un centro que desvió Maximilian Wober a su propia portería (minuto 38).
A pesar de ser la favorita número uno, Francia mostró cierta falta de ritmo y tuvo que depender de un autogol para asegurar la victoria. Este resultado coloca a Les Bleus en la cima del Grupo D junto con Países Bajos, que derrotó a Polonia 2-1 el día anterior.
El debut francés estuvo en segundo plano debido a la controversia política generada por Mbappé, quien hizo declaraciones contra los extremismos y llamó a la participación en las próximas elecciones legislativas. Esta situación eclipsó en cierta medida el análisis del partido, ya que el capitán de Francia destacó que la situación política era más relevante que el propio encuentro deportivo.
Además, Austria representaba un desafío complicado para Francia, enfrentando a un equipo con una identidad definida y en una racha de siete partidos sin perder, incluyendo victorias destacadas sobre Turquía (6-1) y Alemania (2-0). A pesar de las dificultades, Francia logró asegurar los tres puntos en un inicio complicado de la Eurocopa.