El reciente intento de tomar el local de la Feria Agropecuaria de Jaén ha desencadenado una serie de eventos y acusaciones que reflejan la creciente tensión entre los agricultores y los miembros del comité de feria 2023. Durante el último fin de semana, personas no identificadas intentaron irrumpir en las instalaciones de la feria, lo que resultó en una confrontación violenta. Valentín Calle, señalado como responsable de estos actos, compartió su versión de los hechos en una entrevista con Radio Marañón.
En la entrevista, Calle reconoció su presencia en el lugar, justificándola con el argumento de que el mandato del actual dirigente, Elesías Bustamante Coronel, ya había expirado y que la ley exige la convocatoria de nuevas elecciones para elegir una nueva directiva. Calle afirmó que su intención, junto con la de otros agricultores presentes, era coordinar la convocatoria de elecciones, cumpliendo así con las normas establecidas.
No obstante, la situación se volvió violenta cuando los agricultores encontraron las puertas cerradas y, según Calle, comenzaron a escuchar disparos desde el interior del local. Esto llevó a un enfrentamiento donde se reportaron agresiones y actos de violencia. La disputa se centra en el liderazgo de la feria y la legitimidad de las directivas, con Calle subrayando que los agricultores presentes están debidamente empadronados y que su participación es legítima según la ley.
Calle también criticó la falta de intervención de la Agencia Agraria y el Gobierno Regional de Cajamarca, quienes, según él, deberían estar coordinando y supervisando el proceso de elección y reconocimiento de la nueva directiva. Además, expresó su indignación al enterarse de que el hijo de Bustamante Coronel, Benjamín Bustamante Bravo, estaba asumiendo el liderazgo de la feria sin una convocatoria adecuada y con el respaldo de Registros Públicos de Chiclayo, pero sin el reconocimiento de la Agencia Agraria. Frente a las acusaciones de violencia, Calle se defendió afirmando que él no agredió a nadie y que siempre ha actuado con respeto, aunque reconoció la indignación de los agricultores, insistiendo en que la violencia no es justificable bajo ningún argumento.