El expresidente de Bolivia, Evo Morales, celebró las muestras de apoyo internacional luego de los incidentes en la sede del Gobierno boliviano. Morales, líder del Movimiento al Socialismo (MAS), anunció la suspensión de las movilizaciones convocadas tras el repliegue de los militares dirigidos por el destituido comandante Juan José Zúñiga. Esta acción militar había sido vista por el Gobierno como un intento de golpe de Estado.
Morales escribió en sus redes sociales que, después del retiro de los militares de la plaza Murillo y el restablecimiento de la calma en la sede del Gobierno, las movilizaciones serían suspendidas. Destacó la importancia de mantener la estabilidad en Bolivia tras los acontecimientos del miércoles.
Además, Morales agradeció las expresiones de solidaridad y apoyo a la democracia boliviana provenientes de presidentes, líderes políticos y sociales de todo el mundo. Hizo un llamado para que todos los implicados en la insurrección sean arrestados y llevados a juicio, subrayando la necesidad de justicia en el país.
El miércoles por la tarde, Zúñiga lideró una operación militar en la plaza Murillo frente a la Casa Grande del Pueblo, derribando la puerta con tanques y tropas armadas. Declaró a los medios su intención de «cambiar el gabinete de Gobierno» y «restaurar» la democracia en Bolivia antes de que los militares se retiraran tras las órdenes del presidente Luis Arce.