Los agricultores del Altomayo y Huallaga Central cuentan con una nueva variedad de arroz llamada La Unión 23, desarrollada a partir de la línea genética PALM 72-EP4-2-M-2-1-1. Este cultivar, resultado del Proyecto de Arroz La Molina, ha sido registrado oficialmente como INIA 516 LM1. La Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM) ha realizado esta primera liberación bajo su Programa de Investigación y Proyección Social en Cereales y Granos Nativos.
Uno de los progenitores de La Unión 23, el IR 82635-B-B-145-1, fue desarrollado por el Instituto Internacional de Investigaciones en Arroz (IRRI) de Filipinas. Este progenitor se adapta a sistemas de producción aeróbicos, una técnica de cultivo que usa riego similar al maíz y la soya. Ha sido evaluado y seleccionado para mejorar la eficiencia en el uso del agua y aumentar el rendimiento del grano.
El progenitor femenino, PCT 6/0/–3M, creado por el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), es conocido por su alto rendimiento y excelente calidad de grano, además de estar adaptado a condiciones de riego.
El cultivar La Unión 23 es fruto de la colaboración entre investigadores de la UNALM y el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), específicamente de la Estación Experimental El Porvenir. Este arroz tiene una estatura intermedia, es resistente al vuelco y a la mosca minadora (Hydrellia wirthii), lo que reduce su impacto ambiental negativo. Su rendimiento en grano alcanza las 10 toneladas por hectárea, con una calidad industrial excelente y un rendimiento del 63% de grano entero con grado 2 de lustre.
En cuanto a su calidad culinaria, La Unión 23 se ajusta a las preferencias de los consumidores locales gracias a su contenido de amilosa del 25.9%. Este nuevo cultivar representa un avance significativo para los agricultores de la región, combinando eficiencia, rendimiento y calidad en un solo producto.