El Banco Central de Reserva (BCR) ha informado que la economía peruana habría registrado un crecimiento aproximado del 5% en mayo y que durante el segundo trimestre del año (abril-junio) se expandió casi un 4%.
Adrián Armas, gerente central de Estudios Económicos del BCR, indicó que para mayo se proyecta un crecimiento cercano al 5%, similar al registrado en abril con un 5.3%. Armas explicó que se ha observado una notable recuperación del producto bruto interno (PBI) primario, con abril mostrando una expansión del 10.5%, impulsada principalmente por un crecimiento del sector pesquero del 158%.
Para mayo, el PBI primario continuó creciendo y se estima que superó el 13%, lo que lleva a proyectar un crecimiento total de la economía peruana en torno al 5% para ese mes. El dato oficial de crecimiento del PBI de mayo será publicado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) el 15 de julio.
Armas recordó que durante todos los trimestres de 2023 se registraron cifras negativas. Sin embargo, el primer trimestre de este año mostró un crecimiento positivo del 1.4% y se espera que el segundo trimestre tenga una tasa cercana al 4%. Destacó la fuerte recuperación de los sectores primarios (agricultura, pesca y minería), mientras que el PBI no primario (comercio, construcción y manufactura) se recupera de manera más moderada.
Para el segundo semestre del año, el BCR proyecta que el crecimiento del PBI continuará. Armas señaló que el crecimiento del PBI no primario estará sustentado en una recuperación del consumo privado. El año pasado, el consumo privado creció apenas un 0.1% debido a diversos choques adversos, como el fenómeno de El Niño, la gripe aviar y los elevados precios de los alimentos. Ahora se observa una recuperación en la capacidad adquisitiva de la población.
Finalmente, Armas mencionó que las perspectivas de la actividad económica mundial apuntan a un crecimiento moderado, en un contexto de menores presiones inflacionarias y condiciones financieras internacionales restrictivas. No obstante, persiste la incertidumbre sobre la reducción de las tasas de interés en las economías avanzadas y los riesgos derivados de los conflictos internacionales.