El Programa de Investigación Arqueológica e Interdisciplinaria de la Zona Arqueológica Monumental Kuélap (PRIAK) ha anunciado una extensión de sus labores por cinco años adicionales, enfocándose en la investigación, conservación y puesta en valor del complejo arqueológico más significativo del nororiente peruano y principal atractivo turístico de la región Amazonas.
José Bastante Abuhadba, director del PRIAK, informó que están ultimando los detalles del nuevo programa, dado que el actual vence el 12 de agosto de 2024. «Estamos en la fase final de las tareas de conservación en siete áreas críticas. El nuevo PRIAK abarcará todo lo que no se logró en el año en curso y tendrá una duración de cinco años, incluyendo nuevas áreas para investigación y conservación», explicó Bastante en una entrevista con la Agencia de Noticias Andina.
El arqueólogo destacó que continuarán con el respaldo de las instituciones que actualmente apoyan al PRIAK. «Los acuerdos con estas instituciones, que brindan su ayuda para la investigación, conservación y puesta en valor de Kuélap, tienen una duración de dos a tres años y son renovables», afirmó. Entre las instituciones colaboradoras se encuentran el Gobierno Regional de Amazonas, la Universidad Nacional Toribio Rodríguez de Mendoza, el World Monuments Fund, el Instituto de Conservación Getty y el Instituto Geofísico del Perú, entre otras.
En esta nueva etapa de cinco años, se incluirán nuevas unidades de excavación y áreas no críticas que necesitan conservación. Bastante Abuhadba explicó que el proceso comienza con la investigación y excavaciones arqueológicas, seguidas por la intervención del equipo de conservación para estabilizar los espacios excavados y, en algunos casos, realizar labores de anastilosis, que consisten en codificar, retirar y reposicionar los elementos líticos utilizando materiales originales y reemplazando el mortero degradado para asegurar la estabilidad de las estructuras.
Finalmente, Bastante recordó que el colapso de parte del muro sur del monumento en abril de 2022 se debió principalmente a la infiltración de agua en el núcleo constructivo, lo que generó empujes diferenciales. Como respuesta, y en el marco de un acuerdo con el Gobierno Regional de Amazonas, los apuntalamientos provisionales de madera fueron reemplazados por estructuras metálicas más ligeras, resistentes y seguras, lo que permitirá una intervención efectiva en el área afectada.