Haciéndose el chistoso, dice que se trata de una fórmula “matemática”. Es decir, la delincuencia se combatirá con generales de laboratorio.
Indignación generalizada. El último viernes, a través de una edición extraordinaria de las normas legales del diario oficial El Peruano, publicada en horas de la tarde, se consumó el cuestionado proceso de ascensos al grado de general dentro de la Policía Nacional del Perú.
Esta vez, aparentemente, se iba a tener el máximo cuidado y, sobre todo, se iba a respetar el trabajo de oficiales competentes que han venido realizando una lucha denodada contra la criminalidad en nuestro país.
Sin embargo, el resultado evidentemente es otro, lo cual ha traído desconcierto, frustración y desasosiego, principalmente, en los oficiales operativos que día a día han combatido contra la delincuencia en los últimos meses.
Resulta irónico, que para detener la ola de críticas al interior de la institución, el último lunes por la noche, el propio comandante general de la PNP, Víctor Zanabria Angulo, citó a todos los coroneles involucrados en el proceso de ascensos, principalmente de las guarniciones de Lima y el Callao, porque los que están a cargo de unidades de provincia, ya habían regresado a cubrir sus puestos, al igual que los encargados de las delegaciones diplomáticas.
Eran aproximadamente las 7 de la noche. Al auditorio Mariano Santos, en el Ministerio del Interior, habían llegado más de 200 coroneles. Se trataba de un aforo excesivo, muchos de los oficiales se encontraban parados y otros sentados cuando de pronto se hizo presente el comandante general, y tratando de hacerse el chistoso dijo: “Buenas noches con todas y todos” (siempre va por ese lado, le gusta hablar en doble sentido).
Según nuestra fuente, comenzó a dar explicaciones de cómo se habían dado los ascensos y de un momento a otro, muy a su estilo, en el medio del discurso, dijo: estén tranquilos porque los del gremio no van a salir.