Desde hace décadas, nos han inoculado el sentimiento de miedo, odio, mentira y todo en nombre de la defensa de los recursos naturales y medioambientalistas. Nos han dicho hasta el hartazgo demencial que la minería debe ser rechazada en todas sus formas y que solo sirve para generar ganancia de algunos.
La minería se desarrolla en todo el mundo y es fundamental para generar recursos económicos puestos laborales y bienestar; eso no significa que no se tenga que cuidar el medio ambiente, tiene que evitarse la contaminación y con el menor efecto en el impacto ambiental.
Nuestra clase política de todos los bandos que están en el poder actualmente y desde hace décadas hacen declaraciones políticas a favor o en contra siempre pensando en el cálculo político, evadiendo responsabilidades y sin dar una clara solución a esta importante actividad.
Actualmente podemos observar a muchas familias que están dedicándose a la minería llamada ilegal o informal siendo perseguidos, amenazados y extorsionados por autoridades militares, policiales, jueces, fiscales, etc; satanizados por organizaciones seudo ambientalistas que camuflados bajo el manto de la defensa del medio ambiente se aprovechan para ganarse rédito político o seguir recibiendo apoyo económico de sus Ongs, a las cuales pertenecen e intentan destruir a cualquiera que piense diferente a ellos.
Urge reclamar los derechos legítimos de nuestros hermanos mineros y especialmente de los micro y pequeños mineros, que la ley les facilite la regularización y de esta manera puedan cumplir y ser exigidos para el cumplimiento adecuado de la normativa medio ambientalista y su contribución con el Estado.
Actualmente el REINFO(Registro Integral de Formalización Minera) es una mafia que ha generado más informalidad sólo ha servido para aniquilar y asfixiar económicamente al micro y pequeño minero que lucha por existir. Hace días en el Congreso de la República unos votaron por la anulación del Reinfo y otros por la ampliación que se aprobó; esto no soluciona nada solo conlleva a más de lo mismo. Aquellos que votaron a favor de la anulación sostienen que solo defienden la minería artesanal; es decir la minería primitiva que jamás va generar desarrollo económico, es tan arcaica como su forma de pensar de estos individuos. Los otros sólo han ampliado el plazo sin dar una solución clara a las decenas de miles de micros y pequeños mineros en todo el país.
La constante siempre ha sido salvo algunas excepciones perseguir, amenazar e intentar destruir al más débil y pequeño, para proteger o dar facilidades sólo a los más grandes.
He ahí que la lucha en favor de nuestros hermanos mineros llamados informales o ilegales, sea justa y reivindicativa.