El calor extremo azota implacablemente vastas regiones del Perú, desencadenando una ola de incomodidad y malestar en toda la población. Ante esta desafiante situación, el Gobierno, a través del Senamhi, se ha lanzado a la batalla contra las altas temperaturas que, en un evento sin precedentes, alcanzaron un récord histórico el pasado jueves 22 de febrero en una ciudad amazónica durante el Verano 2024.
Con un anuncio impactante difundido a través de sus redes sociales, el Senamhi, entidad adscrita al Minam, reveló que Bagua, localizada en la selva norte del país, rompió la barrera de los 40 °C, erigiéndose así como el epicentro del calor más intenso del año a nivel nacional.
Los datos compartidos por el Senamhi en sus plataformas digitales son contundentes: Bagua se elevó a unos abrasadores 40,6 grados Celsius, sumergiendo a la ciudad en una vorágine de calor sin precedentes y estableciendo un hito histórico que quedará grabado en la memoria colectiva.
Pero Bagua no está sola en esta lucha contra las altas temperaturas. Lima, la capital del país, también se encuentra inmersa en un horno abrasador, con distritos que enfrentan jornadas sofocantes con termómetros que oscilan entre los 29 y 31 °C. Este calor sofocante es producto de los «vientos del norte», que arrastran masas de aire cálido y húmedo a lo largo de la costa, exacerbando aún más la sensación térmica.
La situación es crítica, y mientras la población busca refugio y alivio ante este calor infernal, el Gobierno y el Senamhi intensifican sus esfuerzos para mitigar los efectos devastadores de esta ola de calor sin precedentes.
