Los socialistas liderados por Salvador Illa obtuvieron una victoria significativa en las elecciones regionales de Cataluña, donde el bloque independentista perdió su mayoría parlamentaria, marcando un cambio importante en el panorama político de la región. Con 42 escaños, los socialistas lograron un incremento de 9 escaños respecto a las elecciones anteriores, celebradas en 2021, lo que representa un hito histórico para el partido.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, celebró este resultado como el inicio de una nueva etapa en Cataluña, destacando el papel de Illa y su liderazgo en este logro. La estrategia del gobierno central de promover el «reencuentro» y adoptar medidas conciliatorias, como los indultos a los líderes separatistas y la propuesta de una ley de amnistía, ha sido considerada como un factor clave en este éxito electoral.
La victoria en Cataluña es vista como un impulso para Sánchez, quien enfrentaba dificultades políticas debido a una reciente investigación judicial contra su esposa. Este triunfo refuerza su posición y le brinda la oportunidad de relanzar su legislatura, demostrando la efectividad de su política de diálogo y conciliación en una región clave para el país.
Estos resultados marcan un cambio significativo en la dinámica política catalana, con un desgaste del movimiento independentista y un fortalecimiento de las fuerzas opositoras, representando un nuevo escenario para el futuro político de la región y del conjunto de España.
