Un hombre en la ciudad de Xiaogan, en el centro de China, desató una tragedia al apuñalar a ocho personas, dejando a una novena herida, según informaron medios estatales el viernes. El sospechoso, identificado como Lu, de 53 años, fue rápidamente detenido por las autoridades y está siendo sometido a investigación. Se reveló que Lu había recibido atención previa por problemas mentales, lo que plantea interrogantes sobre la seguridad y el tratamiento de personas con enfermedades mentales en China.
Este lamentable incidente se suma a una serie de ataques con armas blancas que han sacudido a China en los últimos años. El país, que prohíbe a sus ciudadanos poseer armas de fuego, ha sido testigo de una preocupante tendencia de violencia perpetrada con cuchillos u otros objetos punzantes. El lunes pasado, una mujer armada con un cuchillo causó la muerte de dos personas e hirió a otras cuatro en una escuela primaria en la provincia de Jiangxi, en el centro de China.
La repetición de estos trágicos sucesos plantea desafíos adicionales para las autoridades chinas en materia de seguridad pública y salud mental. Las preguntas sobre cómo prevenir y abordar la violencia perpetrada por personas con problemas mentales, así como garantizar la seguridad de la población, continúan siendo una preocupación urgente en el país.
