Amnistía Internacional ha emitido una advertencia sobre el aumento de ejecuciones en el mundo, alcanzando su cifra más alta desde 2015. Según el informe anual de la organización de derechos humanos, se contabilizaron 1,153 ejecuciones en 2023, excluyendo a China, lo que representa un aumento del 30% en comparación con el año anterior.
Irán fue identificado como uno de los principales impulsores de este aumento, con un total de 853 ejecuciones registradas, casi un 50% más que en 2022. En conjunto, Irán y Arabia Saudita representaron el 89% de todas las ejecuciones realizadas el año pasado, destacando el desprecio por la vida humana por parte de las autoridades iraníes, según Amnistía Internacional.
Aunque el número de ejecuciones aumentó, el informe también señala que estas ocurrieron en un número menor de países, con un total de 16, una cifra sin precedentes. Sin embargo, se destacan casos como el de Somalia, donde las ejecuciones se multiplicaron por seis, pasando de 6 en 2022 a 38 en 2023.
En Estados Unidos, se realizaron 24 ejecuciones en 2023, mostrando un aumento del 33% con respecto al año anterior. Este país continúa siendo el único en América en llevar a cabo ejecuciones, lo que refleja un «compromiso inquebrantable con la pena de muerte», según Amnistía Internacional.
