La situación de pobreza en el Perú ha alcanzado niveles preocupantes, según revela el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). En el último año, durante el mandato de Dina Boluarte, la pobreza extrema ha aumentado a un 5,7%, superando incluso los niveles observados durante la pandemia. Esta tendencia al alza ha afectado especialmente a regiones como Cajamarca, donde el 44,5% de la población se encuentra en situación de pobreza.
La región de Cajamarca, junto con Loreto, Pasco y Puno, presenta una de las mayores incidencias de pobreza en el país. Esta situación refleja un desafío significativo para las autoridades locales y nacionales en la lucha contra la pobreza y la desigualdad económica. A pesar de los esfuerzos por parte del gobierno, la pobreza en Cajamarca y otras regiones continúa siendo un obstáculo importante para el desarrollo sostenible y la mejora de la calidad de vida de sus habitantes.
El acceso a servicios básicos también es un problema en Cajamarca, con un alto porcentaje de la población que no cuenta con servicios de agua, saneamiento, electricidad, telefonía móvil e Internet. Esta falta de acceso a servicios esenciales agrava aún más la situación de pobreza en la región y dificulta el desarrollo económico y social de sus habitantes.
Es fundamental que se implementen políticas y programas específicos dirigidos a abordar las causas subyacentes de la pobreza en Cajamarca y otras regiones afectadas. Esto incluye medidas para mejorar la infraestructura básica, fomentar el empleo y fortalecer los sistemas de educación y salud. Solo a través de un enfoque integral y coordinado se podrá reducir de manera efectiva la pobreza y promover un desarrollo equitativo y sostenible en todo el país.
