La aislada tribu Marubo, ubicada en la profunda selva amazónica de Brasil, ha preservado su cultura y lengua durante siglos. No obstante, la introducción de la tecnología, concretamente el internet satelital Starlink de Elon Musk, está causando cambios significativos en sus tradiciones.
Con el objetivo de conectar a la tribu con el resto del mundo, la organización privada Navi Global y la empresaria estadounidense Allyson Reneau llevaron las antenas de Starlink a la remota aldea Marubo, que cuenta con unos 2,000 miembros. La instalación de las antenas, que se realizó en un ambiente festivo y de gratitud, permitió que los Marubo se conectaran al mundo exterior por primera vez en septiembre del año pasado.
No obstante, meses después, la situación en la aldea ha cambiado considerablemente. Aunque el internet ofrece grandes oportunidades de aprendizaje, también trae consigo aspectos preocupantes, como el acceso a videos para adultos, a los que los jóvenes de la tribu parecen haberse vuelto adictos. Alfredo Marubo, líder de una asociación de pueblos Marubo, expresó su preocupación por la difusión de este tipo de contenido y el cambio en el comportamiento de los hombres jóvenes, quienes han mostrado actitudes sexuales más agresivas.
El internet ha traído beneficios evidentes, como la posibilidad de realizar videollamadas con familiares lejanos y solicitar ayuda en emergencias. Sin embargo, los jóvenes ahora pasan mucho tiempo en sus teléfonos, conversando con amigos, pegados a las pantallas y accediendo a contenido inapropiado. “Cuando llegó, todo el mundo estaba feliz. Pero ahora las cosas han empeorado”, comentó Tsainama Marubo, de 73 años, al New York Times. “Los jóvenes se han vuelto perezosos debido a Internet. Están aprendiendo las costumbres de los blancos”, añadió, aunque también suplicó: “Pero, por favor, no nos quiten Internet”.
A pesar de que algunos padres están contentos de que sus hijos ahora tengan acceso a la educación, las preocupaciones sobre los aspectos negativos del internet persisten.